Puede que hayas estado en pareja un par de semanas o inclusive un par de años.
Cualquiera sea el momento de tu relación, si te importa crear un vínculo profundo, siempre es buena idea evaluar si estas haciendo algo que podrías mejorar.
Quieres evitar que cualquier cosa arruine tu relación, especialmente si es algo que está bajo tu control, como tu comportamiento.
Aquí vamos.
Los 12 errores más comunes en una relación a los que deberías estar atenta y cómo puedes resolverlos.
1) Entrar en la relación por motivos equivocados
Empezamos con algo que, a pesar de su importancia en la construcción de una relación duradera, a menudo no se le da la atención que merece.
Y es la razón por la que entramos en una relación.
Hay personas que entablan relaciones porque sienten que se han vuelto demasiado mayores para permanecer solteras o porque se sienten solas.
O simplemente quieren tener sexo.
Lamentablemente estas son muy malas razones para empezar una relación.
Es malo porque tu principal motivación no es el amor.
El problema aquí es que incluso si hay deseo, lo único que te impulsa hacia adelante es la desesperación y el miedo porque sientes que tienes que tener una relación.
Qué hacer:
Piensa profundamente en tu relación y en cómo te sientes respecto a tu pareja.
¿De verdad lo amas o simplemente lo necesitas por alguna razón? ¿Es amor o dependencia emocional?
¿Qué problemas querías evadir o resolver cuándo entraste en la relación?
No tienes que terminar todo, pero debes enfrentarte a esos demonios porque te atraparán más tarde. ¿Por qué estabas sola? ¿Por qué piensas que necesitas un compañero?
Es importante trabajar en ti misma para poder crear algo sano con otro.
2) Lo conviertes en el centro de tu universo
Mucha gente tiene la idea de que las parejas enamoradas deben ser inseparables.
La pareja romántica ideal, aparentemente, es donde ambos son el centro del universo del otro.
A donde va uno, el otro lo sigue. Y esto, desafortunadamente, no solo es absolutamente irreal, sino también muy poco saludable.
Puede que se amen, pero siempre necesitarán tiempo separados.
Sin la independencia, la relación comenzará a sentirse estrecha y agobiante.
Pequeñas discusiones surgirán. La tensión se acumulará en la relación y habrá muy pocas oportunidades para que esa tensión se libere de una manera saludable.
Esto podría conducir fácilmente a expectativas poco realistas y a la creación de hábitos destructivos como la codependencia.
Y en caso de que la relación termine derrumbándose, estarás absolutamente devastada porque has construido tu vida en torno a tu pareja.
Además, serán más interesantes el uno para el otro si tienen vidas independientes.
Qué hacer:
No hay otra solución que dejar de hacer de tu pareja el centro de tu mundo.
Ámalo incondicionalmente y por todo lo que vale, pero no olvides que eres una persona aparte.
No es fácil si ambos son pegajosos, pero deben hacerlo por su propio bien.
Para empezar, deberías buscar cosas que te hagan feliz sin necesidad de tu pareja. Algo que sea tu pasión y genuinamente tuyo.
Tienes tu propia vida y él también.
¡No estar juntos las 24 horas del día, los 7 días de la semana no significa que se amen menos!
3) Estar muy distantes
Como sabemos, ningún extremo es ideal.
Hay muchas razones por las que tú y tu pareja podrían ser distantes.
Por ejemplo, a veces las parejas simplemente no disfrutan lo que le interesa al otro.
Tal vez a ti te encanta la jardinería, pero a tu pareja le gusta leer libros por horas.
Y a veces sus horarios pueden entrar en conflicto, lo que significa que tienen poco tiempo el uno para el otro.
Todo esto está bien y se puede tratar, pero algunas personas simplemente no se molestan y, a veces, esto hace que las parejas se separen.
Qué hacer:
El tiempo y la atención son los mejores regalos que le puedes dar a alguien.
Si estás demasiado ocupada, de todas maneras puedes buscar el tiempo.
En serio. Encuentra el tiempo para compartir con él.
Y si la razón de la distancia es porque simplemente no compartes sus pasatiempos e intereses, entonces lo mínimo que puedes hacer es tratar de interesarte y demostrar que te preocupas por él y lo que le entusiasma.
No tienes que forzarte a ti misma, pero al menos puedes ser curiosa y demostrativa.
4) Dejas que las peleas gobiernen tu relación
Lo sabemos, a medida que madura una relación, comenzamos a sentir más confianza y esto puede llevar a que surjan pequeñas discusiones aquí y allá. ¡Cosas que solías encontrar encantadoras ahora son tan molestas!
No deberías permitir que estas peleas dicten tu relación.
Nunca guardes rencor con tu pareja por una discusión que tuviste la noche anterior.
Tampoco debes pensar que porque están discutiendo la relación está condenada al fracaso.
Las discusiones son normales, de verdad. No es nada preocupante.
Lo que hace que las relaciones sean exitosas no es la falta de peleas, sino la elegancia con la que las personas las manejan.
Qué hacer:
Aprende a discutir de forma productiva.
Antes de decir algo, toma su mano. Luego, desarrolla tus habilidades de comunicación.
Y, por supuesto, debes aprender a perdonar y dejar tu ego de lado.
Cuando no puedes, o no quieres perdonar, las pequeñas discusiones se convierten en catalizadores de rencores y discusiones cada vez más importantes.
Por último, trabajen en mejorar para complementarse.
Si tu novio odia ser el que siempre saca la basura, pon más atención. Algo tan simple puede hacer una gran diferencia.
5) Dejas que el pasado afecte tu relación
Algunos de nosotros hemos vivido cosas que dejaron marcas.
Relaciones pasadas fallidas, traiciones, parejas abusivas…
Tu pareja debería entender esto y ser consciente de cualquier “susceptibilidad” o trauma personal que pueda afectar tu comportamiento.
Pero al mismo tiempo, es injusto esperar que tu pareja sea comprensiva para siempre. No tiene por qué tolerar malos tratos, y que siquiera te molestes en mejorar.
La otra cara de la moneda es cuando él ha sido herido en el pasado, esto también es algo a lo que debes prestar atención y saber como manejarlo. Aquí te dejo un gran artículo que habla en profundidad sobre este tema.
Qué hacer:
Trabaja en ser tu mejor versión, por el bien de tu pareja y la salud de tu relación.
En realidad, hazlo principalmente por tu propio bien, antes que nada.
Si por ejemplo tienes problemas para confiar en las personas, tu pareja podría tolerarlo durante algún tiempo.
¿Pero crees que a alguien le gustaría estar contigo durante años, y en todo ese tiempo no recibir ni una pizca de confianza?
Habla con tu pareja. Y si es demasiado para que ustedes dos lo puedan manejarlo solos, llama a un terapeuta. Probablemente te ayude a que puedas procesar tú trauma.
6) Escuchas demasiado a los demás
A la gente le gusta hablar sobre los demás todo el tiempo.
Todos quieren dar sus opiniones y consejos.
Podrás escuchar a tus amigos y padres decir que tu novio no es bueno para ti y esto podría afectar la forma en que ves la relación.
Qué hacer:
Lo que puedes hacer es increíblemente simple.
Tu relación es entre tú y él. Son sólo dos y no debes permitir que extraños —amigos, familiares— se entrometan en eso.
Sé que es más fácil de decir que de hacer.
A veces, escuchar a la gente hablar mal de algo que te gusta eventualmente podría llevarte a que eso mismo ya no te guste más.
Manténte alerta y recuerda por qué amas a tu novio. Nadie sabe mejor que tu propio corazón.
7) Llevas la cuenta
Por “llevar la cuenta”, me refiero a esperar que tu chico te dé algo si le demuestras que lo amas.
Las relaciones nunca deberían ser transaccionales.
Cuando conviertes el cariño —el amor— en una moneda para comerciar, deja de ser genuino. Deja de ser amor y se convierte en un sistema de deuda emocional y chantaje.
De pronto comienzas a preocuparte más por lo que te darán que por los verdaderos sentimientos.
Qué hacer:
Evita esperar algo cada vez que haces algo bueno por tu novio.
Y esto también se aplica a la inversa. No debes sentirte obligada a devolver algo cada vez que tu chico haga algo por ti.
Y sobre todo, nunca le eches en cara todas las cosas buenas que has hecho por él para que se sienta culpable durante una discusión.
8) Estás usando “yo” cuando deberías usar “nosotros”
Un estudio realizado por la Universidad de Berkeley en California detectó que las parejas que dicen “nosotros” con más frecuencia, en lugar de “yo”, tienen más probabilidades de tener relaciones felices y productivas.
Puede parecer una tontería que una sola palabra tenga tanto efecto, pero si lo piensas, es más que una simple palabra.
Es una forma de pensar, de enmarcar una relación que está profundamente vinculada al concepto de yo, tú y nosotros.
Cuando dices “nosotros”, estás reconociendo su unión.
Están juntos en esto, comparten, sufren juntos y se ríen juntos. Pero cuando en cambio dices palabras como “tú” y “yo”, estás enfatizando una especie de separación entre los dos.
Qué hacer:
Por supuesto, no puedes deshacerte de la idea de “tú” y “yo” completamente a favor de “nosotros”.
Pero cuando se trata de asuntos importantes para tu relación, entonces olvida el “yo, yo, yo” por un momento, porque eres parte de un equipo ahora.
Cuando hablan de dónde quieren establecerse, por ejemplo, sería guay si utilizaras “nosotros” para que tu pareja no sienta que eres tú quien toma todas las decisiones.
9) Intentas cambiar a tu pareja
El clásico del chico malo que se enamora de la chica buena y luego se convierte en una persona completamente diferente está en todas partes en el cine y la literatura.
Pero por muy romántico que parezca, simplemente no es real.
Es un ideal, y aunque a veces la gente cambia en nombre del amor … no debes esperar que lo hagan.
Si bien es perfectamente razonable pedir pequeños compromisos por el bien de su relación como, por ejemplo, volver a ponerle la tapa a la pasta de dientes.
Pero debes evitar intentar cambiar la personalidad de tu pareja. Y si hay cosas que simplemente no puedes aceptar deberías pensar seriamente si es la persona correcta para ti.
Qué hacer:
Debes tener en cuenta que, al entablar una relación con alguien, decides aceptarlo como lo que es, con todos sus defectos y méritos. Eso es el verdadero amor.
Aquí hay un gran artículo sobre la diferencia entre amar y querer que puede interesarte.
Si alguna vez sientes la necesidad de “corregir” a tu pareja, para por un momento a pensar. ¿Por qué intentas cambiarlo? ¿Estás dispuesta a dañar su vínculo, sólo para ver ese cambio?
También ayudará que te pongas en su lugar.
Piensa, “¿qué pasa si mi pareja decide que no le gusta lo que estoy haciendo y quiere que yo cambie?”
10) Sientes que la relación te da derechos
Algunas personas creen erróneamente que por estar en una relación con alguien, tienen derecho a algunos ‘beneficios’.
Pueden mandar a su novio o novia, pedir sexo en cualquier momento, o tener siempre su oído o apoyo en discusiones.
Pero no.
Lo único real a lo que tienes “derecho” por estar en una relación es la exclusividad. Y por supuesto, el respeto y el amor básicos.
Incluso el matrimonio no significa nada. Un hombre no tiene derecho a deshacerse del maquillaje de su esposa. Una mujer no tiene derecho a exigirle a su marido que le compre los zapatos.
No eres dueño de la otra persona, ni tienes derecho a decirle lo que debe hacer.
Qué hacer:
Pregunta, negocia, pero no exijas.
Todo lo que obtienes de una relación debe ser entregado voluntariamente y nunca forzado.
Por supuesto hay cosas que vienen de estar en una relación. Pero si crees que tienes derecho a que tu novio haga cosas por ti, simplemente por ser tu pareja, eso no está bien.
11) No te estás permitiendo ser vulnerable
No es muy agradable sentirse vulnerable, expuesto y débil.
Especialmente en las primeras etapas de las citas.
Pero nadie debería intentar mantener un frente sólido e imperturbable las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Las máscaras eventualmente se derrumban. Y cuanto más tiempo lo hayas retenido, mayor será la explosión cuando la dejes caer. Esto puede llevarte a descargar tu frustración justamente con quienes más amas.
Si nunca te permites ser vulnerable, tu pareja inevitablemente se sentirá incómodo … pensará que hay algo mal.
Comenzará a sentir que estás fuera de su alcance y no sabrá como relacionarse contigo.
Hasta podría pensar que no confías en él y lo sabes, la confianza es fundamental.
Qué hacer:
Algunos de nosotros tenemos traumas que son difíciles de superar.
Lo mejor que puedes hacer honestamente es hablar con un terapeuta al respecto.
Y puedes comenzar recordándote a ti misma que, al tener una relación contigo, tu pareja está confiando en ti.
Al exponerse ellos contigo, esperan que tú compartas las mismas cosas, porque así es como realmente pueden llegar a conocerse mejor.
No es necesario que les cuentes todo lo que te preocupa, pero abrirte poco a poco permitirá que creen un lazo único y profundo.
12) Lo estás bloqueando
Esto sucede cuando por alguna razón construyes un muro invisible entre tú y tu pareja.
Comienzas a ignorar o evitar a tu pareja, te enfureces cuando está cerca y le gritas, o cambias de tema cuando comienza a hablar. Es como si todo lo que hiciera te irritara.
Entonces básicamente, es como si hicieras clic en el botón “bloquear” pero en la vida real.
No hace falta pensar mucho para darse cuenta de por qué es una idea realmente mala.
Sin embargo, la gente todavía lo hace.
Puede empeorar cualquier problema y, si lo hace, puede ser el principio del fin.
No es amoroso en absoluto y realmente podría dejar una gran cicatriz en tu relación.
Qué hacer:
Lamentablemente, no es tan fácil como decirte que dejes de cerrarte.
Esta es otra de esas situaciones en las que te diría “¡ve a ver a un terapeuta!”
Bloquear al otro es de lo más destructivo para la pareja.
Si alguna vez te das cuenta de que estás evitando a tu pareja, o cambias repetidamente de tema a su alrededor, debes preguntarte por qué estás haciendo eso y detenerte.
Las relaciones no pueden funcionar sin comunicación, es lo más esencial en una relación sana.
Si crees que tienes un problema con tu pareja, no importa cuán insignificantes puedan parecer, intenta abrirte con él.
No tienes que ser demasiado seria al hablar de ello. Lo importante es darte el espacio para que no se profundicen y juntos puedan encontrar una solución.
Si puedes hablar honesta y libremente, cualquier problema aún se puede solucionar.
Conclusión
Las relaciones son complicadas y todos cometemos errores.
Incluso las personas que han estado casadas durante años todavía cometen errores. ¡Somos humanos después de todo! No podemos perfeccionar este arte que son las relaciones.
Pero el hecho de que estés leyendo esto significa que realmente valoras tu relación y eso es lo más importante: la voluntad de convertirte en una mejor versión de ti por tu bien y el de la persona que amas.
Suscríbete para recibir más contenido como este por correo electrónico
Te enviaremos nuestros últimos artículos por correo electrónico. Puedes darte de baja fácilmente en cualquier momento.
0 comentarios