¿Has conversado con tu pareja acerca de tener hijos y la tensión se sintió en el aire?
Los deseos y decisiones en una pareja no siempre coinciden. Y eso no tiene nada de malo.
Pero tener diferencias sobre la paternidad es como una grieta pequeña que si dejas crecer se convertirá en un abismo.
¿Qué hacer entonces si sientes que tu pareja no quiere tener hijos, pero tú sí?
Aquí te sacaré de tus dudas compartiendo 7 maneras de encarar la situación y entender qué es lo que realmente desea cada uno para su futuro.
Qué hacer si tu pareja no quiere tener hijos
Las relaciones en el siglo XXI se han transformado en un desafío a la hora de decidir formar una familia.
No sólo por cómo ha cambiado nuestra sociedad y los roles de hombres y mujeres en ella, sino que también porque ya no hay tiempo para ser padres (como antes).
De hecho, un estudio de la Open University afirma que, las parejas sin hijos tienen una vida más satisfactoria.
Pero eso no quiere decir que, elegir una vida sin hijos, sea el único camino correcto.
Se trata de una decisión personal y de pareja. Pero para decidir, ambos deben estar de acuerdo.
Si tu pareja no está convencida de tener un hijo, o ambos están con dudas al respecto,
estas estrategias te serán de ayuda.
1) Comunicación sin filtros
Hablar honestamente con tu pareja te ayudará a entender qué pasa por la mente de cada uno.
Por supuesto que, para tener una comunicación sin filtros, ambos deben abrirse y mantener el respeto y la empatía, ante todo.
En lugar de apresurarte a defender tu punto de vista, toma el tiempo necesario para comprender sus preocupaciones y motivaciones profundas.
A menudo, detrás de la negativa a tener hijos hay un trasfondo que merece ser escuchado sin juicios ni presiones.
Hablar libremente de una manera tal que ambos se sientan seguros y sin miedo a ser juzgados es importante para descubrir por qué piensan diferente.
2) Razones por la que alguien no quiere tener un hijo
Las dudas acerca de ser padres son muy normales en estos tiempos.
Numerosas parejas enfrentan esta pregunta y acuden a especialistas para descubrirlo.
La psicoterapeuta Anna Davidman confirma en una entrevista a ElConfidencial que,
«muchos asumen que llegará un momento en el que simplemente lo tendrán claro. Es un mito pensar que es así para todos.»
El deseo y la decisión de una persona no siempre coinciden. No es fácil diferenciarlos.
Muchas personas han soñado siempre con ser padres, pero no lo ven conveniente hacerlo.
Para lidiar con esto, es necesario detectar y trabajar qué es lo que está frenando esta decisión.
A veces, son miedos de cómo encarar una posible paternidad, y eso se puede trabajar.
Pero otras es un NO rotundo y bien justificado.
Ayudar a comprender qué razones llevan a una persona a no tener hijos es importante para mantener una relación.
Aquí detallo las posibles causas:
- Ya tienen un hijo y no quieren repetir la experiencia, por más amor que tengan con su nueva pareja. O porque deciden priorizar a su hijo.
- Valoran su independencia y libertad y no quieren “atarse” a un hijo.
- Les preocupa no poder equilibrar una carrera exigente con las demandas de la paternidad.
- Han tenido experiencias pasadas dolorosas que les generan dudas sobre cómo brindar un hogar amoroso a un niño.
- Temen tener que lidiar con alguna enfermedad o condición que el niño presente.
- Creen que no podrán enfrentarlo económicamente.
- Han detectado que es una presión social, y no sienten deseos reales de ser padres.
- La pareja está transitando etapas de la vida distintas. Esto es muy común cuando hay una diferencia de edad entre ambos.
- Sienten dudas acerca de la relación o tienen miedo al compromiso.
3) ¿Por qué quieres tener un hijo?
Mientras transitas esta diferencia de opiniones en la pareja, tómate un momento para reflexionar honestamente sobre tus propias motivaciones para tener hijos.
– ¿Viene de un deseo genuino de criar y compartir amor?
– ¿O se basa en presiones sociales o expectativas impuestas por otros? (Por ejemplo: tu familia).
A veces, cuestionar nuestras propias intenciones puede ser una revelación que no esperabas.
Descubrir si el ser padre/madre nace de una verdadera convicción personal o si estás influenciado por ideales es importante para saber cómo continuar.
4) Hacer la prueba para descubrir lo que desean
Para entender cuál es el deseo real de cada uno, Davidman sugiere un ejercicio:
«simula que tomas la decisión de decir ‘no’ a tener un hijo y pasa 5 días con esa idea. Durante ese tiempo, escribe diariamente cómo te sientes acerca de la decisión. Cuanto más puedas engañar a tu mente para que la decisión parezca real, más información recibirás sobre ti.»
5) ¿Renunciarías a tu deseo de tener un hijo?
Sí has descubierto que el deseo de ser padre/madre es real, llega el momento en el que debes confrontar la dura realidad.
Elegir entre tener hijos con otra persona, o mantener tu relación actual.
Publicaciones relacionadas de Amate y Ama
Debes entender que intentar convencer a tu pareja de tener hijos no es una buena opción.
¿Por qué? Porque si la decisión no es real y hay presión de por medio, es muy probable que tanto la relación como la familia sufra mucho en el futuro.
Al fin de cuentas, ningún niño disfruta de tener un padre que no desea ser padre.
Si te das cuenta de que no hay forma de lograr un acuerdo, debes aceptar que la relación ha llegado a su límite, por más doloroso que sea.
Y sólo tú podrás decidir qué es más importante y mejor para ti.
6) Compartir metas y actividades
Sí, en cambio, decides continuar con la relación, recuerda que la vida en pareja es mucho más que solo tener hijos.
Explora intereses y metas compartidas que puedan enriquecer su relación.
Al construir un terreno común sólido fuera de la paternidad, podrían descubrir una conexión más profunda que fortalezca su vínculo.
7) Las parejas felices sin descendencia existen, ¡conócelas!
Aunque la presión social promueve la idea de que la felicidad solo se alcanza a través de los hijos, la realidad es que hay muchas parejas que eligen vivir sin descendencia.
Y adivina qué, ¡son felices!
Aprender sobre estas historias de vida puede darte una perspectiva valiosa.
¿Qué pasa si mi pareja no quiere tener hijos y yo sí? ¿Debo separarme?
Decidir si separarte o no porque tu pareja no quiere tener hijos, no es fácil.
Aquí te doy consejos para que puedas enfrentarte a la situación sin rodeos.
1) ¿Qué quieres?
Debes saber con claridad si tu deseo de tener hijos es más grande que la relación con tu pareja.
2) Dile cómo te sientes
Que tu pareja entienda cómo te sientes y qué miedos te genera podrá darles el espacio para buscar soluciones juntos.
Esto puede generar negociaciones o decisiones en común que ayuden a mantener la relación.
3) ¿Es una pareja a largo plazo?
A veces, estamos tan enfocados en nuestros objetivos personales que olvidamos prestar atención a nuestro entorno.
Eso quiere decir que no nos damos cuenta si nuestra pareja no nos ama más o tiene dudas.
O, incluso, uno mismo.
Puede que no compartan valores o ya no tengan cosas en común, y estés queriendo tomar esta decisión que los unirá de por vida, sin pensar en cómo se llevarán en el futuro.
4) Paciencia
Elizabeth Gilbert menciona en su libro “Eat, Pray, Love” que,
«tener un hijo, es como hacerse un tatuaje en la cara»
Significa que es una decisión en la que ambos deben estar completamente seguros, ya que no habrá marcha atrás luego.
Por eso, debes ser paciente y no presionar de más para tener resultados rápidos.
Dense tiempo para entender qué es lo que cada uno necesita realmente.
Cuando los deseos en una relación son opuestos
Entender lo que cada uno quiere es fundamental para poder construir una familia o proyecto juntos.
Forzar o someter a una pareja a seguir nuestros deseos individuales solo traerá problemas, frustraciones y resentimientos en el futuro.
Y, créeme, no es necesario ser infeliz para tener un hijo. Piénsalo bien.
Por eso, hablar desde el respeto con tu pareja es importante para descubrir cómo enfrentar este objetivo juntos.
Recuerda que, es normal que los miedos acerca de la paternidad tengan origen en problemas profundos que, generalmente, nos acompañan desde la infancia.
A veces, incluso, es necesario recurrir a un terapeuta para poder trabajar estos miedos de raíz.
Surja lo que surja tras hablar sobre este tema con tu pareja, recuerda que es un camino de autoexploración para ambos.
Porque los enfrentará a lo que cada uno realmente es hoy, y quiere ser mañana.
Más allá de la cuestión de tener hijos, esta situación puede abrir la puerta a una reflexión más profunda sobre lo que cada uno es tanto para sí mismo, como para el otro.
Y, quién sabe, puede que lo que descubran les cambie la vida y sea lo que necesitan.
Suscríbete para recibir más contenido como este por correo electrónico
Te enviaremos nuestros últimos artículos por correo electrónico. Puedes darte de baja fácilmente en cualquier momento.
0 comentarios