¿Te gustaría parecer más seguro de ti mismo?
Una vez escuché un dicho que me pareció verdaderamente útil, dice, “finge hasta que lo logres” (fake it until you make it, en inglés). Y lo cierto es que puede ayudarte mucho cuando se trata de confianza.
Para comenzar necesitas conoces estas 10 cosas que las personas seguras de sí mismas nunca hacen en situaciones sociales, para dejar de hacerlas.
Verás como pronto comienzas a sentirte cada vez más seguro socialmente.
1) No se jactan de sus logros
Seguramente puedes pensar en alguien que siempre se está jactando de lo exitoso o feliz que es.
Conozco a un par de personas así.
Pero, ¿qué te generan estas personas? La mayoría de las veces, las personas que sienten la necesidad de convencer a otros de su éxito no están realmente seguras de él.
No se trata de menospreciar el esfuerzo o habilidad de esas personas, el hecho de trabajar por algo ya es algo de lo que estar orgulloso.
Pero tener que alardear constantemente no muestra que se trate de una persona segura de sí misma, ya que de lo contrario no tendría una necesidad tan fuerte de buscar la admiración de los demás.
Las personas seguras de sí mismas prefieren gastar su energía viviendo sus grandes logros en lugar de hablar de ellos. Porque si alguien realmente es grande, ni siquiera necesitará decírselo a la gente.
2) No monopolizan la conversación
Como dijo Eugene Baker, “No aprendes nada escuchándote hablar a ti mismo”. Las personas seguras de sí mismas definitivamente están de acuerdo.
En lugar de monopolizar la conversación o redirigir continuamente el tema hacia ellos mismos, dejan espacio para que otros hablen.
Están lo suficientemente seguros de sí mismos como para no necesitar ser el centro de atención en la conversación todo el tiempo.
Tampoco temen que la opinión o la experiencia de otra persona de alguna manera “superen” a las suyas.
Por el contrario, son verdaderamente curiosos y de mente abierta.
Esto no solo es un signo de confianza, sino que también es una excelente manera de profundizar las conexiones con los demás y hacerse más agradable.
3) No corrigen a las personas cuando están “equivocadas”
Algunas personas son muy rápidas para saltar ante cualquier oportunidad de corregir los errores de otras personas o señalar cuando están equivocadas.
Estas no son personas seguras de sí mismas, al menos no actúan como tal.
Esto no solo es emocionalmente agotador para quien está siendo “corregido”, sino que también muestra inseguridad.
Parece egoísta y da la impresión de que antepones tu necesidad de “ganar” al respeto por los demás.
Si realmente estás seguro de tus valores y opiniones, no te sentirás amenazado por el hecho de que otra persona piense de manera diferente.
Por el contrario, escucharás con una mente abierta y respetarás el derecho de todos a compartir lo que piensan.
4) No chusmean ni hablan a espaldas de los demás
A la gente le encanta hablar, y el chisme aparece en muchas conversaciones sin mucho esfuerzo.
Pero las personas seguras de sí mismas son conscientes de no involucrarse en ello.
También mantienen cualquier opinión negativa sobre los demás para sí mismos.
Piensa en esto: ¿cómo te sientes cuando alguien critica a otra persona a sus espaldas?
Probablemente afecta tu opinión sobre la persona que habla mucho, más que sobre la persona que está siendo criticada, ¿verdad?
Las personas verdaderamente seguras son conscientes de que todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades, y están dispuestas a perdonar.
Entienden que todos cometemos errores y, por lo tanto, no pueden juzgar a los demás por cometerlos.
5) No hablan demasiado rápido
¿Sabías que la velocidad también afecta la forma en que tu seguridad es percibida?
Sí, las personas seguras tienden a hablar más lentamente.
Esto se debe a que no están tratando de captar la atención de los demás. Ya saben que lo que tienen que compartir es valioso y que los demás escucharán lo que tienen que decir.
Y aunque otros no escuchen, no se molestan. Algunas personas no son capaces de reconocer cuando algo es valioso, o simplemente no es el momento adecuado para que lo escuchen.
O tal vez simplemente no es un tema de interés para ellos. ¡Y eso está bien!
Las personas seguras saben que esto puede suceder y que no disminuye el valor de sus pensamientos. Tratar de decir las cosas más rápido no hará que la gente escuche más.
6) No usan una tonelada de muletillas
Todos usamos muletillas ocasionalmente: palabras como, “ah”, “eh”, y así sucesivamente.
Pero la clave aquí es el ocasionalmente.
Si las usas en cada oración, lo que estás diciendo se vuelve muy difícil de escuchar. (Piensa en esas presentaciones incómodas en la escuela secundaria y seguro podrás recordar un ejemplo o dos).
Pero más allá de eso, también da la impresión de una gran inseguridad.
El problema no es que estés buscando qué decir. El problema es que estás demasiado nervioso para permitirte hacer una pausa aunque sea por medio segundo.
La próxima vez que escuches un discurso, nota cuántos silencios hay. No suenan antinaturales, ¿verdad? De hecho, apuesto a que ni siquiera notaste cuántos había.
Intenta encarnar esto tú mismo y siéntete cómodo con tener un silencio de medio segundo en lugar de hacer algún tipo de ruido.
Lo más probable es que haga que la gente te escuche aún más.
7) No se inquietan
Inquietarse es como la versión silenciosa de las muletillas.
Volvamos al ejemplo del discurso. Imagina si una persona tuviera un gran discurso, entregado con un tono de voz seguro, un ritmo constante y sin muletillas.
Pero todo el tiempo, se la pasa jugando con su cabello, mostrando algún tic nervioso o acomodando su ropa.
No es la mejor impresión, ¿verdad?
Siempre que hablo con una persona que hace esto, me distraigo por lo que están haciendo hasta el punto de que tengo que concentrarme mucho para prestar atención a lo que están diciendo.
Inquietarse revela tu inseguridad y ansiedad interna. Si luchas con esto, te sugiero tratar de enfocarte en respirar lenta y profundamente en su lugar.
Requiere suficiente atención como para que no continúes sintiéndote nervioso la mayor parte del tiempo, y también puede ayudar a calmarte.
8) No tienen un lenguaje corporal cerrado
Todos ya sabemos que las palabras son solo un pequeño porcentaje de la comunicación. El resto está compuesto por el tono y el lenguaje corporal.
Las personas seguras de sí mismas son plenamente conscientes de esto en situaciones sociales y se aseguran de enviar el mensaje correcto con sus gestos y postura.
Por ejemplo, estar de pie con los brazos cruzados o las manos en los bolsillos te hace parecer cerrado.
Encogerse de hombros también da el mensaje de inseguridad. Sin mencionar hábitos nerviosos como golpear el pie u otras formas de inquietarse, como se mencionó anteriormente.
Para parecer seguro socialmente, ten una postura relajada con los brazos a los costados o ligeramente en los bolsillos y los hombros relajados.
Además, párate con los pies al menos a la distancia de los hombros y enfrenta completamente a la persona con la que estás hablando para mostrarle que le estás prestando toda tu atención.
9) No son demasiado sensibles a las bromas o críticas
Imagina que estás trabajando con alguien y encuentras un pequeño error tipográfico en su trabajo.
Se lo señalas y se ponen muy a la defensiva, explicando cómo es un error tan pequeño y que han tenido tanto trabajo que lo pasaron por alto.
Ahora imagina que en cambio, se ríen y hacen una broma ligera al respecto, lo arreglan rápidamente y luego siguen adelante.
¿A qué persona confiarías más?
Definitivamente a la segunda, porque automáticamente parece mucho más segura.
Si eres demasiado sensible a las bromas o a cualquier cosa que se parezca a una crítica, muestra que estás inseguro de ti mismo y no confías en tus propias habilidades.
Las personas seguras saben que los errores son humanos, sin importar cuán experto seas, y no tienen miedo de admitirlo.
10) No tienen miedo de hacer contacto visual
El contacto visual dice mucho sobre la confianza de una persona.
Los niños tímidos en la escuela se identifican fácilmente como aquellos que siempre están mirando sus zapatos o desvían la mirada después de uno o dos segundos.
Las personas seguras, por otro lado, no tienen miedo de mirar a las personas directamente a los ojos.
Sé que esto puede ser incómodo para algunos, pero si quieres aprender a ser más seguro socialmente, sería una buena idea comenzar a probarlo.
Esto no siempre fue fácil para mí tampoco, así que desarrollé un truco de notar detalles en el ojo de alguien. ¿De qué color es? ¿Qué formas hay? ¿Qué reflejos puedo ver?
Esto quita la presión psicológica mientras me ayuda a ser mucho más seguro en situaciones sociales.
Pensamientos finales
Ahora conoces 10 cosas que debes evitar hacer en situaciones sociales. Si las sigues, seguro que parecerás mucho más seguro de inmediato, y con el tiempo, te convertirás realmente en una persona más segura de ti misma también.
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