¿Eres de esas personas que apenas conocen a alguien ya comienzan a imaginar que podría ser el amor de su vida?
No hay nada de malo en ser romántica, pero hay una gran diferencia entre interesarse en alguien y obsesionarse con una (o cada) persona que apenas conoces.
Obsesionarte con alguien que no conoces significa que estás construyendo una imagen idealizada de esta persona en tu mente, basada en pura imaginación y especulación.
Es como si te enamoraras de una idea en tu cabeza en lugar de la verdadera persona al punto que podrías hasta soñar con alguien que apenas conoces.
Por otro lado, tener interés en alguien se basa en una conexión genuina y real, no en una ilusión.
Entonces, ¿por qué nos obsesionamos con personas que apenas conocemos? Aquí te presento diez razones para entender mejor este fenómeno.
1) Fascinación por lo desconocido
En la mayoría de los casos, la obsesión se alimenta de la incertidumbre.
La mente humana es una máquina de generar historias. Cuando no tenemos información suficiente sobre una persona, nuestra imaginación comienza a llenar los huecos.
Esto puede resultar en una imagen idealizada de esa persona, pero esa perfección en realidad no existe en el mundo real.
La atracción por lo desconocido es algo bastante común.
Nos atrae la idea de descubrir y entender algo nuevo y emocionante.
Y esa es la primer razón por la que podrías obsesionarte con alguien que no conoces: porque tu mente se llena de curiosidad y emoción por la posibilidad de lo que podría ser.
2) Proyección de nuestros deseos
La segunda razón de por qué te obsesionas con alguien que no conoces podría ser que en realidad no estes realmente obsesiona con esa persona en sí, sino con lo que representa para ti.
Esto es algo que comprendí a través de mi propia experiencia.
En realidad en varias oportunidades me he obsesionado con alguna persona que me inspiró o me generó mucha admiración.
Recuerdo una ocasión en particular no podía dejar de pensar en un chico que acababa de conocer, estaba todo el tiempo pendiente de él y un posible contacto.
Las cosas no funcionaron entre nosotros y con el tiempo, me di cuenta de que no era realmente él lo que me obsesionaba, sino todo lo que representaba: Una vida libre, talento, alegría y carisma.
Yo deseaba esas cualidades para mí misma, y al obsesionarme con él, estaba proyectando mis propios deseos y aspiraciones. Po eso cuando logré esas cosas para mi vida, él dejo de intrigarme por completo.
En estos casos, la obsesión puede ser una señal de que hay algo en nuestra vida que queremos o necesitamos cambiar. Podría ser útil preguntarte: “¿Qué es lo que realmente deseo para mí mismo? ¿Y cómo puedo trabajar para lograrlo?”
3) El fenómeno del amor platónico
El amor platónico es un concepto muy antiguo, asociado al filósofo griego Platón.
Se trata de un tipo de amor puro, utópico y no sexual, usualmente enfocado en alguien inalcanzable.
En la actualidad se utiliza frecuentemente para describir la obsesión con alguien que no conocemos personalmente, como una celebridad o una figura pública.
Esta sensación puede generarse a partir de la admiración por el talento o la apariencia de la persona, pero también puede ser una forma segura de experimentar sentimientos románticos sin el riesgo de rechazo.
En general estas obsesiones son hacia una imagen pública, no hacia la persona real con todas sus complejidades y defectos.
4) La búsqueda de validación
Todos buscamos en mayor o menor medida la aceptación y la validación. Queremos ser vistos, reconocidos y apreciados. Y a veces, esta necesidad puede llevarnos a obsesionarnos con alguien que no conocemos.
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Es posible que veamos a esa persona como alguien cuya validación consideramos especialmente valiosa o quien podría proporcionarnos una felicidad y alegría especiales.
Tal vez porque son exitosos, populares o poseen cualidades que admiramos. Empezamos a pensar que si nos reconocieran o nos aceptaran y nos quisieran eso confirmaría nuestro valor.
5) El escapismo emocional
En nuestras vidas diarias todos enfrentamos desafíos y problemas que pueden hacer que nos sintamos agobiados y pasemos por momentos de stress.
Es esperable que busquemos distintas formas de escapar a esas dificultades o sobrellevarlas.
Obsesionarnos con alguien que no conocemos puede ser una forma de escapismo emocional.
Una distracción de nuestros problemas y un mundo de fantasía donde todo parece posible.
Podría ser reconfortante imaginar una relación perfecta con esta persona, donde no existen los conflictos o las frustraciones que podemos enfrentar en nuestras relaciones reales.
6) La soledad y el deseo de conexión
Así como hay personas que valoran la soledad también hay muchas otras que se encuentran deseando una conexión profunda. Personas que quieren ser entendidas, amadas y apreciados por quienes son. Y a veces, la vida puede hacernos sentir solos e incomprendidos.
Obsesionarte con alguien que no conoces puede ser una manifestación de ese deseo de conexión.
En tu mente, creas una relación con esa persona, donde te entienden perfectamente y te aceptan tal cual eres. Proyectas algo que desearías suceda en la vida real.
Puede ser reconfortante imaginar a esta persona en tu vida, brindándote el amor y la aceptación que tanto buscas.
7) La necesidad de un “proyecto”
Si has estudiado incontables programas de desarrollo personal seguramente has trabajado los conceptos de plantear objetivos para todos los aspectos de tu vida.
Al armar una planificación anual, ya sea escrita o en tu cabeza, seguramente haya distintas metas en el ámbito laboral, de salud, relaciones sociales y de pareja.
Entonces podrías obsesionarte con alguien que no conoces porque crees que encaja perfecto en tu idea preconcebida de una pareja ideal, por ejemplo.
Tal vez tu enfoque en los objetivos se ha vuelto tan determinado que te ha llevado a una obsesión que en realidad deberías reconsiderar.
8) El deseo de cambio
Podrías obsesionarte con alguien que no conoces porque esa persona representa el cambio que necesitas en tu propia vida.
Tal vez admiras su estilo de vida, su confianza, su carrera o tal vez son la pareja ideal que sientes te hace falta.
Esta obsesión puede ser una forma de externalizar tu deseo de cambio.
En lugar de enfrentar el hecho de que estás insatisfecha con algún aspecto de tu vidas, desvías tus aspiraciones hacia esa persona.
9) Falta de amor propio
La obsesión con alguien que no conoces puede ser una señal de que estas buscando amor y aceptación en el lugar equivocado.
En lugar de buscar la validación de los demás, es importante aprender a amarnos y aceptarnos a nosotros mismos.
El amor propio es la base de cualquier relación saludable. Cuando nos amamos y nos aceptamos a nosotros mismos, no necesitamos la validación de los demás para sentirnos completos. Y es muy poco probable que nos obsesionemos con alguien desconocido si tenemos dentro de nosotros mismos todo lo que necesitamos.
Así que si estás obsesionada con alguien que no conoces, tal vez sea el momento de redirigir esa energía hacia ti misma.
Trabaja en amarte y aceptarte a ti misma, y verás cómo tu vida empieza a cambiar para mejor.
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