“Querida mujer fuerte, no eres intimidante. Ellos están intimidados. Hay una diferencia.”
– Anónimo
Aunque quien escribió esta cita se dirigió solo a mujeres originalmente, el principio se aplica a todas las personas con personalidades fuertes.
Si alguna vez has sentido que las personas se sienten amenazadas por tu presencia o si alguna vez te dijeron que eres intimidante, entonces esta cita también se aplica a ti.
A veces, incluso sin querer, tu personalidad puede parecer súper fuerte y asustar a las personas que te rodean.
¿Cómo saber eres de esas personas que generan un respeto demasiado extremo en los demás?
Con esta lista de 15 señales que tienes una personalidad tan fuerte que intimida a los demás
1) No eres aduladora
Complacer a la gente no está en tu vocabulario si tienes una personalidad fuerte.
No necesitas la validación o la aprobación de otra persona porque confías en tus habilidades.
Pero lamentablemente este nivel de confianza en ti misma puede intimidar a otros por algunas posibles razones:
- Tienen baja autoestima
- Piensan que salir adelante implica arrastrarse, ser falso o adulador
- Son simplemente flojos y prefieren lamer botas antes que esforzarse
- Sus traumas infantiles les enseñaron que los comportamientos agradables a las personas son la única forma de evitar el conflicto.
Nota importante para ti: Una persona con una personalidad fuerte se enfoca en patear traseros, no en besarlos.
2) Te enfocas y eres responsable
En varias ocasiones personas me han dicho que apenas me habían conocido les parecí intimídate.
Y creo que en gran parte, ellos decían, era debido a mi seriedad en el ambiente laboral.
Confundían mi enfoque en los objetivos y mu falta de vueltas como un rasgo de carácter fuerte que los intimidaba.
Es común que las personas que tienen un enfoque y una responsabilidad claros, a veces puedan parecer intimidantes para aquellos que no comparten su misma ética de trabajo o nivel de compromiso. Es posible que su enfoque en la tarea y su actitud directa pueda ser malinterpretada como una actitud dominante o autoritaria.
3) Eres decidida y no pides ayuda
No halagas en exceso, por lo que tiene sentido que tampoco dependas de que otros tomen las decisiones por ti.
En lugar de eso, tomas tus propias decisiones y aceptas las consecuencias que puedan tener.
Ser independiente es un rasgo admirable. Pero a veces es intimidante, especialmente en las relaciones.
La razón es que tu pareja podría sentirse más segura en una relación cuando se siente necesitado.
Así que imaginate lo intimidado que debe sentirse un hombre cuando no recurres a él en busca de consejo o apoyo.
Dependiendo de su nivel de desarrollo emocional, hasta podría sentirse un inútil con un temor constante de ser abandonado.
Créeme, me costó mucho tiempo y relaciones entender esto. A veces hay que dejar de lado un poco la auto-suficiencia para contribuir a las necesidades del otro. Además, a nadie le viene mal un poco de ayuda, aunque no la necesites.
4) Tienes gran tolerancia a la presión
Hay algo atractivo en alguien que puede mantener la compostura incluso en situaciones estresantes.
Pero este atractivo rasgo tuyo también puede intimidar a los demás.
¿Por que? Pues, porque si en general una persona es un desastre bajo presión, verte mantener el equilibrio en situaciones difíciles, puede desencadenar su inseguridad.
Tus habilidades podrían hacer que otra persona ponga la vara muy alta. Lo que podría llevarlos a sentir que no son suficientemente buenos al ver que no logran igualar tu nivel de compostura durante los momentos difíciles.
5) Los quejosos te ponen nerviosa
Cuando tu manejas las situaciones con calma y gracia, algunas otras personas se quejan. Es su reacción automática al estrés, ¡y esto te vuelve loca!
Ves a los quejosos como personas negativas que se enfocan principalmente en encontrar aquello que está mal.
Tu fuerte personalidad no puede pasar esto por alto y probablemente señales este comportamiento que consideras poco productivo.
Así que no hace falta explicar por qué esto intimida a quienes se quejan a tu alrededor:
- No quieren ser señalados,
- Mientras ellos se quejan, tú te enfocas en resolver problemas.
Esto me lleva al siguiente signo de una personalidad fuerte:
6) Eres alguien que resuelve
Cuando te enfrentas a un problema, no tienes tiempo para nada más que para encontrar una solución.
Las personas que resuelven y son proactivas a menudo pueden intimidar e irritar a algunas personas.
¿Por qué?
Porque esto podría poner en evidencia sus propias debilidades o su incapacidad para encontrar la solución por sí mismos.
Lo cierto es que una personalidad fuerte no se da por vencida ante un problema hasta que se resuelve.
7) No aceptas las tonterías de los demás
Te disgusta mucho la gente que tiene una excusa para casi cualquier cosa.
Tienes altos estándares, y no eres alguien que se deje engañar fácilmente no que te conformes con menos.
También tienes límites claros y no tendrás problemas en poner un freno a quien intente cruzarlos.
Esta combinación de estándares, límites y personalidad sensata puede intimidar a algunas personas, especialmente a las que temen el rechazo y la responsabilidad.
8) Profundizas
Parte de tu carácter fuerte lo compone la sabiduría para mirar más allá de lo obvio y tu coraje para desafiar suposiciones y creencias.
Por ejemplo, incluso aunque no fuera tu intención, un conocido podría sentirse intimidado cuando desafías sus creencias sobre los roles de género en las relaciones.
En el fondo tienen miedo de que les demuestres que están equivocados, y también pueden sentirse intimidados por la confusión que surge cuando cuestionas su forma de ver las cosas.
Este pensamiento crítico es útil para navegar por problemas complejos, pero también puede intimidar a aquellos que se sienten incómodos cuestionando sus propias creencias.
Cuando desafías las creencias de las personas, las estás sacando de su zona de confort.
9) No aceptas un no por respuesta
Una lista de lo que hace que seas intimidante para los demás, no estaría completa sin hablar de la terquedad.
Tu actitud obstinada o inflexible puede jugar tanto a tu favor como en tu contra.
Lo que quiero decir es que tu firmeza para no aceptar un “no” desarrolla tu resiliencia, moldeando tu carácter y haciéndote aún más fuerte.
Pero a veces, empeñarte tanto en algo molesta y hasta asusta a los demás. En ocasiones les dificulta ofrecer su opinión, sugerir alternativas o buscar encontrar un punto medio.
Tu terquedad puede hacerte parecer dominante, haciendo que tus amigos se sientan desanimados y, a veces, incluso disminuidos.
10) Sabes lo que quieres y vas en busca de ello
Eres decidida y tienes una clara visión de tu vida soñada. Todo eso te impulsa a hacer posible hasta lo imposible para lograr tus objetivos.
Eres una buscadora de sueños por naturaleza, y nada puede interponerse entre tú y tus metas.
Y es ese compromiso tan firme con tus objetivos lo que puede hacer que algunos se sientan incómodos, especialmente si no están tan motivados, ni son tan determinados como tú.
Además, cuando tomas riesgos para alcanzar tus sueños, eso puede intimidar a esas personas que se contentan con abrazar la estabilidad y la previsibilidad de sus vidas, pero no son del todo felices con ello.
Recuerdo cuando tomé la difícil decisión de dejar un trabajo estable que mantuve por 15 años, la mayoría de la gente a mi alrededor creía que era una locura, por que al final de cuentas era esa osadía lo que los incomodaba.
11) No te conformas cuando alcanzas una meta
Como es de esperar, una personalidad fuerte como la tuya no descansará, incluso después de haber alcanzado un objetivo.
Una vez que hayas alcanzado el punto A, sentirás que lo que has alcanzado disminuye su valor y crearás otro nuevo sueño para comenzar a ir por el punto B, C, D y hasta el Z.
La razón por la que la gente se siente intimidada con esa búsqueda incansable, es porque se sienten disminuidos al compararse.
12) Tienes opiniones claras y firmes
Si no tienes miedo de expresar tus opiniones, es un claro signo de un carácter fuerte.
Y si es así, puedes apostar a que las personas se sentirán intimidadas por ti.
Las opiniones fuertes incomodan a las personas que te rodean, en especial si tienen un punto de vista diferente al tuyo, pero no les gusta la confrontación.
A veces, no importa qué tan respetuosamente te esfuerces en expresarlos, esos puntos de vista fuertes pueden impedir a otros expresar los suyos.
13) Te apegas a tus creencias e ideas
Gracias a tu firme convicción y a una moral inquebrantable, no tienes miedo de mantenerte firme.
No te inclinarás fácilmente ante la presión de compañeros, ni cederás ante amenazas.
Te mantienes firme en tus decisiones, incluso si eso significa recibir criticas o malas respuestas de los demás.
A veces, no dar el brazo a torcer desafía el status quo, y eso intimida, especialmente a quienes tienen autoridad o influencia.
Si lo piensas, realmente no hay nada de malo en que te mantengas firme. La intimidación surge más del miedo de las personas a perder su poder o control sobre la situación.
14) Eres exigente cuando se trata de tu grupo de pertenencia
¿Cómo se comporta alguien con carácter fuerte cuando se trata de elegir sus amistades?
Tengo una palabra para ti: selectividad.
Las personas con personalidades fuertes no dejan que cualquiera entre en sus vidas.
Valoran los lazos significativos y la confianza, por lo que son extremadamente exigentes con sus amigos.
Eso genera un miedo a no ser lo suficientemente bueno para entrar en tu círculo íntimo.
Sea como sea, tus amigos pueden afectar significativamente tu vida y tu felicidad, por lo que tienes todo el derecho de ser selecta.
15) No suavizas la verdad
La honestidad bruta es otro de tus fuertes rasgos de personalidad.
No te andas con vueltas, y no te gusta endulzar o suavizar con palabras.
Llamas a las cosas por su nombre y dices las cosas como son sin preocuparte si eso afectará mucho a la otra persona.
De todas formas, solo dices la verdad cuando es necesario, con buena intención y generalmente en beneficio de quien necesita escucharla.
En última instancia, si crees que algo es dañino y no beneficioso, es mejor no decirlo.
Desafortunadamente, algunas personas no entienden esto. A menudo, solo ven tu honestidad como un ataque hacía ellos.
No eres intimidante, ellos se sienten intimidados
No hay nada de malo en tener una personalidad fuerte.
Un carácter fuerte siempre será una fortaleza siempre y cuando no lo uses para lastimar intencionalmente o perjudicar a alguien deliberadamente. Después de todo es un rasgo poderoso, debes usarlo sabiamente.
Así que cada vez que alguien se sienta intimidado por ti y tu fuerte carácter, recuerda:
Eso depende de ellos y no de ti.
Suscríbete para recibir más contenido como este por correo electrónico
Te enviaremos nuestros últimos artículos por correo electrónico. Puedes darte de baja fácilmente en cualquier momento.
0 comentarios